Cuento - Las tres cosas raras

 

Hace muchos años había un rey que tenia doce hijas. Las once mayores ya estaban casadas y no sabía cómo casar a la última, hasta que un día, se le ocurrió algo…

–Daré la mano de la princesa a quien traiga la cosa más rara del mundo.

Al pasar el tiempo se presento en el palacio un joven. Traía un burro que sabía tocar la flauta de un modo extraordinario, lo cual admiró mucho al rey. Al poco tiempo apareció otro joven con un gallo que cuando cantaba hacia salir el sol. Esto también agradó mucho al rey. Al rato apareció el último joven, quien traía una escoba que barría sola. Al ver tan raras cosas, rascándose la cabeza, el rey decidió…

–Quiero que recorran el mundo y me traigan la cosa mas corriente que puedan encontrar.

Después de mucho tiempo regresaron los tres jóvenes y al igual que la primera vez, el rey no pudo tomar una decisión, ya que los tres eran ingeniosos. De modo que hizo una ultima petición…

–Los tres son muy listos, lo admito. Pero ahora deberán traer el animal que emplee mas tiempo en llegar de palacio al mercado.

Le primero en cumplir la petición del rey trajo una tortuga, que se tardó siete meses y un día para llegar al mercado; el segundo se presentó con un caracol que tardo doce meses y dos días; y el tercer joven llegó con un cangrejo. Lo puso en el suelo, el animal dio marcha atrás, y no había manera de que llegara al mercado. El rey se alegro de encontrar un yerno tan inteligente.

Llegó el día de la boda y el joven esperaba a las afueras del palacio la llegada de su prometida. Sin embargo, al verla la encontró tan fea, tan fea, tan fea, que picó las espuelas a su caballo y desde entonces no se volvió a saber nada de él después de muchos siglos.

 

Juan Muñoz (Adaptación)